En un mundo en el que hablamos de megapíxeles (mientras más, pues mejor) redes sociales e inmediatez de la información; en el que lo digital dejó de ser una novedad para ser el estándar (¿Acaso existe otra cosa que no sea digital?, se preguntarán las nuevas generaciones) y en el que con un par de clics puedes adquirir una cámara y en cuestión de minutos difundir imágenes al mundo entero…quizá sea casi inconcebible lo que les contaré a continuación.
Y es que la captura de imágenes, en concreto el cine que es lo que nos ocupa hoy, no era tan fácil de realizar tan solo un par de décadas atrás. Las imágenes analógicas usan como soporte película con base de celuloide y la captura, procesado y postproducción de dichas imágenes eran procesos delicados y, sobre todo, muy lentos. Por eso una fotografía o una secuencia cinematográfica podía tomar semanas desde que apretabas el obturador hasta que podías ver la imagen final.
Ahora que lo analógico está “de moda” y se considera “vintage” o cosa de hípsters, viajemos un poco en el tiempo y veamos cuál era la realidad de la época y el salto de gigante que dio el cine con un largometraje documental en concreto.
Francia 1956. Las salas de cine estaban abarrotadas de gente cuyas miradas no daban crédito a lo que veían. Un grupo de buzos desciende al fondo del mar usando equipos de inmersión autónomos, portando antorchas (no linternas, no, antorchas) y la secuencia era en colores. Para el año en que se estrenó este documental, estamos hablando de uno de los logros más importantes en materia cinematográfica hasta el momento, quizá comparable con los efectos de Matrix de 1999 o de los avances de CGI (imágenes generadas por ordenador) que vemos en las películas actuales.
La película se llama “El mundo del silencio” y era la primera de una larga lista de producciones autoría del icónico Jacques Cousteau y su tripulación del Calypso. En la misma película se veían scooters y otros avances que parecían ciencia ficción.
Aunque no es la primera secuencia submarina, sí es la que cambió el cine para siempre. EL mundo del silencio ganó el Oscar a la mejor película documental de 1957 y La palma de Oro de 1956. Durante 48 años fue la única película documental en ser homenajeada con dicho galardón.
La primera fotografía submarina (en blanco y negro) fue captada por el naturalista francés Louis Boutan, quien, en 1893, movido por su necesidad de estudiar especies marinas en su entorno, diseño con la ayuda de su hermano una cámara capaz de lograr este objetivo. Fueron muchas las dificultades que experimentó, ya que las placas analógicas eran de muy baja sensibilidad (lo que hoy llamaríamos el ISO) y para exponerlas se necesitaba mucho tiempo. A todo esto debemos sumar lo pesado y engorroso de estos equipos y las dificultades del buceo del siglo XIX.
Para ver imágenes submarinas en movimiento, el mundo tuvo que esperar hasta 1916 cuando fue estrenada la versión cinematográfica de “20.000 Leguas de Viaje Submarino”. En esta puesta en escena de la mítica novela de Verne, los hermanos Williamson lograron filmar por primera vez bancos de peces en movimiento y un buzo con suministro de superficie, caminar por el fondo marino.
A partir de los años 60, y con el inmenso aporte de Cousteau al mundo del documental, la historia de la imagen submarina avanzó a una velocidad muy diferente. Grandes producciones de National Geographic y BBC ofrecieron al espectador cientos de filmes que mostraban los fondos marinos y las maravillas que el océano ofrecía. Incluso llegamos a ver series como “Flipper” o “El investigador submarino”. En los años 90, con la expansión de la televisión por cable o satélite, canales como Discovery Channel, History o NatGeo hicieron de los documentales productos de consumo masivo y de entretenimiento general. Hoy en día las redes sociales y plataformas de video por demanda nos permiten “consumir” estos contenidos de inmediato.
¿Y tú? ¿Captas imágenes cuando estás bajo el agua? ¿Ves documentales sobre el mar? ¿Qué cámara usas?
Déjame tus comentarios más abajo y mientras yo te dejo un par de links para que sepas más de estas historias…